Después de ensayar con varios géneros los técnicos comprobaron que si a la hora de ordeñar se ambienta con vallenato, producen 3 litros más por animal.
En los establos de la Universidad Nacional la música se pone al gusto de las vacas, y no es que vayan a bailar. Los veterinarios descubrieron que a este ritmo dan más leche.
Mientras comen reciben una gran dosis de salsa pero en el momento crucial son bastante exigentes. Sin quererlo Jorge Celedón, Pipe Peláez, el Binomio y demás interpretes vallenatos contribuyen a la economía de los campesinos de la Sabana.
Mientras en Europa melodías como la sinfonía pastoral de Bethoven y la canción Puente sobre aguas turbulentas fueron grandes éxitos en productividad lechera. El vallenato lleva hasta ahora la delantera en este hato.
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